Tuesday, November 14, 2006

Los testimonios de Cristo del Libro de Mormón
Así como la Biblia contiene testimonios de Jesucristo de la Tierra Santa, el Libro de Mormón contiene testimonios de Jesucristo de la antigua América . Es por esa razón que el Libro de Mormón se llama "Otro Testamento de Jesucristo".
Éstos son algunos ejemplos de testimonios de Cristo que se encuentran en el Libro de Mormón:

Nefi vio el nacimiento y la muerte de Cristo en una visión (1 Nefi 11:13-15).
El hermano de Jared vio al Señor por motivo de su gran fe (Éter 3:7-16).
El profeta Samuel el lamanita profetizó de la venida de Cristo y dio las señales de su nacimiento y muerte (Helamán 13-14).
Después de Su Resurrección, Cristo se apareció al pueblo de la antigua América y les invitó a pasar uno por uno a tocarlo hasta que "todos hubieron ido y comprobado por sí mismos" (3 Nefi 11:13-17).

¿Quién es Jesucristo?

Jesucristo es el Hijo de Dios. Fue el Creador, es nuestro Salvador y será nuestro Juez.
Bajo la dirección de nuestro Padre Celestial, Jesucristo creó la tierra (Juan 1:10; Hebreos 1:2).

Cuando Jesucristo vivió en la tierra (hace unos 2,000 años), llevó una vida perfecta. Él enseñó mediante Sus palabras y mediante Su ejemplo cómo vivir teniendo amor a Dios y a los demás.

Por Su sufrimiento en el Huerto de Getsemaní y por haber dado Su vida en la cruz, o en otras palabras, por efectuar la Expiación, Jesucristo nos salva de nuestros pecados (1 Pedro 2:21) si lo seguimos. Debido a la Expiación, usted puede recibir el perdón de sus pecados si se arrepiente con sinceridad (Libro de Mormón, Mosíah 26:30).

Por medio de Su resurrección, Jesucristo nos salvó de la muerte. Por causa de que Él venció la muerte, a todos se nos dará el don de la resurrección (Hechos 24:15; 1 Corintios 15:22). Cuando la vida en la tierra llegue a su fin, Jesucristo será el Juez final (Hechos 17:31; Juan 5:21-22; Hechos 10:42).

¿Por qué es importante la vida de Jesucristo?

Jesucristo sufrió y murió por todos nosotros, lo cual nos da la oportunidad de arrepentirnos de nuestros pecados y ser perdonados, y también nos ofrece la promesa de la resurrección.También vivió Su vida como un ejemplo para nosotros. Su vida nos demuestra la forma en que nosotros debemos vivir.
Él:
Nos enseñó cómo orar por la forma en que Él oró.
Nos demostró cómo servir a otros con humildad por la forma en que dedicó Su vida al servicio de los demás.

Demostró que debemos ser bautizados de la forma en que Él mismo fue bautizado.

La Expiación

Es imposible describir con palabras el significado total de la Expiación, que es el acontecimiento más importante en la historia del mundo. El Salvador expió nuestros pecados por medio de Su sufrimiento en el Jardín de Getsemaní y en la cruz. ¡Ésas son las buenas nuevas para todo pueblo!
No nos es posible comprender en su totalidad la forma en que Jesús sufrió por nuestros pecados,pero sabemos que en el Jardín de Getsemaní, el peso de nuestros pecados hizo que Su agonía fuese tan intensa, que sangró por cada poro (Lucas 22:39-44).

Posteriormente, al colgar de la cruz, Jesús, por propia voluntad, sufrió una muerte dolorosa mediante uno de los métodos más crueles jamás conocidos.

El Salvador nos dice:


Porque he aquí, yo... he padecido estas cosas por todos, para que no padezcan... como yo. [Doctrina y Convenios 19:16-17]
Al expiar nuestros pecados, Jesucristo hizo lo que sólo Él podía hacer. A fin de que Su expiación sea plenamente eficaz en nuestra vida, debemos tener fe en Cristo, arrepentirnos de nuestros pecados, ser bautizados, recibir el Espíritu Santo, obedecer los mandamientos de Dios y esforzarnos por llegar a ser como Él. Al hacer estas cosas por medio de Su expiación, podremos regresar a vivir con Él y con nuestro Padre Celestial para siempre.

¿Cómo puedo recibir el perdón de mis pecados?

Usted puede recibir el perdón de sus pecados mediante la Expiación de Jesucristo y a través del proceso del arrepentimiento. Ya que nuestro Padre Celestial sabía que en ocasiones tomaríamos decisiones equivocadas, proporcionó un medio para que seamos perdonados de nuestros pecados (Juan 3:16). Nos dio un Salvador, Jesucristo, que sufrió por nuestros pecados en el Jardín de Getsemaní y en la cruz para que cuando nos arrepintamos con sinceridad, podamos ser perdonados (Libro de Mormón, Mosíah 4:6).
Cuando nos arrepentimos con sinceridad, hacemos lo siguiente:

Confesamos el pecado ante Dios y ante cualquier persona a la que hayamos dañado con nuestro pecado.
Pedimos el perdón de Dios y de cualquier persona a la que hayamos dañado.
Cuando sea posible, reparamos el daño que hayamos hecho.
Abandonamos nuestros pecados.
Nos esforzamos por guardar los mandamientos.
El arrepentimiento sincero produce paz y perdón. Dios ha prometido: "He aquí, quien se ha arrepentido de sus pecados es perdonado; y yo, el Señor, no los recuerdo más" (Doctrina y Convenios 58:42).

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